LXIV
En
la blanca noche destrellada
Al
tacto, a gatas como los niños
Buscando
sendas erradas
Caminos
viejos, claros, sin engaños
Un
pasillo está truncado
Cerrado
por altas murallas
Caminos
vedados, caminos vedados
Un
oscuro atajo,
Vereda,
vía, derrotero ciego
Rastro
cerrado, vigilado, seco
Encostado,
difícil trocha anegada
En
el prado pasa ligera
Una
incógnita mensajera
Caminos
vedados, caminos vedados
Cuando
salí de mi casa,
A
martillazos la derribaron,
Busqué
senderos, calzadas ya surcadas
Ramal
errado
Una
sonrisa sutil
Como
de piel de pétalo
Se
burlaba de mí
De
mi huraña borrachera
El
ramal está vedado
No
hay travesía fácil,
Ni
medio, ni derrotero claro
Hay
caminos vedados, son caminos vedados